CAPÍTULO 28: SUS EXCELENTES HABILIDADES MÉDICAS

—¿Qué? —preguntó Amando y se levantó de su asiento. No se le podía culpar por eso. La noticia era demasiado pesada para él. Desde que conocía a su segundo hermano, apenas dormía, creía en trabajar sin cesar. Una vez Amando le preguntó por qué no le gustaba descansar y la respuesta que recibió fue qu...

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