36. Lluvia

Después de regresar a la Casa Principal, tomo una siesta. Las pesadillas aún están presentes, pero también lo está el lobo blanco, manteniéndome a salvo de los monstruos. Es la hora de la cena cuando me despierto. Pero a diferencia de otros días, esta vez no me desperté gritando.

No estoy seguro si...

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