73. Jordán

Soltando un fuerte gemido, me siento en mi escritorio.

—Este día ha sido un verdadero infierno —me quejo. Mirando a Tatiana, que está sentada en una de las dos sillas frente a mí, pregunto—: ¿Cómo supiste del ataque?

—Tenía el presentimiento de que algo iba a pasar —responde ella.

Entrecierro los...

Login and Continue Reading