Capítulo 10

La señorita Mea estaba en mi habitación temprano a la mañana siguiente. Sonrió y dijo, mientras abría los ojos, "Buenos días, Cathy, ¿cómo pasaste la noche?" Parecía que ya se había recuperado. Pero el brillo en su rostro era aterrador. Su risa inusual transmitía un mensaje.

"¿Cómo entraste aquí?"

R...

Inicia sesión y continúa leyendo