Capítulo 37: Los dedos se contraen

El rostro de Rakiza fue tocado por el viento frío mientras caminaba por la parte trasera de la mansión de los de León. Estaba preocupada por Theo, pero no sabía por qué. Simplemente se sentía segura pensando que él solo la estaba observando. Pero la repentina desaparición de Theo la irritaba. "Dijo ...

Inicia sesión y continúa leyendo