Libro 2 Capítulo 30

El beso le robó el aliento y le encantó. Se aferró a él, tirándolo completamente a la cama, sus dedos se curvaron contra sus hombros como si lo necesitara lo más cerca posible.

Ioannis cambió su peso con cuidado, aún consciente de su mareo anterior, pero no había nada de suave en la forma en que re...

Inicia sesión y continúa leyendo