VEINTICUATRO

—¿Otra vez quedándote fuera hasta tarde? ¿Quieres acabar muerta como tu patético padre, verdad? —Las palabras de su tía le habían atravesado el corazón como una espada. Quería gritarle y decirle que dejara a sus padres fuera de esto, pero estaba mareada y necesitaba dormir.

Acababa de regresar de l...

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