VEINTINUEVE

Era oficial, Yalda se sentía como si estuviera de nuevo en la secundaria; estaba deslumbrada. Había vuelto a la cama después de que Jaxon se fue, y había dejado el osito de peluche que él le compró en su cama junto con sus almohadas. Lo había llamado Lila. Era un nombre bastante básico ya que tenía ...

Inicia sesión y continúa leyendo