CINCUENTA Y DOS

A las 5 de la tarde, Yalda había terminado su trabajo del día y estaba lista para irse. Se dirigió a la oficina de Alexander como siempre lo hacía, abrió la puerta y entró con rigidez; no habían hablado mucho desde el incidente en el ascensor, sabía que estaba siendo infantil con todo el asunto de M...

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