Capítulo 30: Samael

Me desperté al día siguiente aplastado en mi cama enorme. Katrina de alguna manera había logrado torcer casi todo su cuerpo sobre mí. Sus piernas cruzaban las mías y su brazo estaba extendido sobre mi torso. No he mirado hacia abajo, pero sospecho que tengo una mancha de baba donde ella está apoyand...

Inicia sesión y continúa leyendo