Capítulo ciento veinte

—Genevieve, necesitas respirar —dijo Matteo en algún lugar a lo lejos—. Debilidad, mírame.

Ella no pudo. Siguió releyendo el cartel de búsqueda con su nombre. Sus ojos se fijaron en las fotos que habían usado. Eran las fotos de la última vez que la arrestaron por agresión, aquella en la que estúpid...

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