Capítulo ciento treinta y ocho

Matteo se sentó en la mesa de entrevistas junto a Philip mientras esperaban a Conor. Matteo se recostó y apoyó el brazo en el respaldo de su silla. Philip levantó las manos hasta que las esposas en sus muñecas se engancharon en la barra de metal a la que estaban atadas.

—¿Por qué sigo esposado? —pr...

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