Capítulo cuarenta y dos

Genevieve trató de mantener la calma mientras Matteo se inclinaba más hacia su cuerpo. Su cabeza bajó para que sus labios pudieran rozar la piel suave a lo largo del costado de su cuello.

—No me di cuenta de que necesitaba un plan de cinco puntos para escapar exitosamente de una loca —argumentó.

É...

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