Capítulo cuarenta y tres

El estómago de Genevieve se retorció aún más de nervios mientras Leo conducía el SUV a través de la puerta de seguridad y directamente hacia la pista. Las luces de Nueva York brillaban en la oscuridad que rodeaba el aeropuerto. Abrazó su bolso de mano más fuerte contra su pecho mientras Leo saludaba...

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