Capítulo cincuenta y siete

Matteo salió del refrigerador y se tambaleó hacia el fregadero. Habían pasado veinticuatro horas desde que Gen fue secuestrada. Había llenado cada minuto de esas horas ensangrentándose cada vez más. Se enjuagó las manos mientras repasaba las palabras que el último guardia de seguridad había revelado...

Inicia sesión y continúa leyendo