Capítulo sesenta y siete

Los dedos de Gen se detuvieron después de que Jada pronunciara el nombre que se había negado a decir durante dos años. Miró alrededor de su computadora y encontró a Jada mirando hacia su regazo.

—¿Dane? ¿El chico con el que saliste en la universidad?

Jada sonrió con ironía.

—Lo conocí mientras es...

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