Capítulo ochenta y cinco

Genevieve caminaba de un lado a otro junto a la recogida de equipajes, observando los monitores para ver cuándo aterrizaría el vuelo de sus compañeros de piso. Frankie se sentaba en el borde de un carrusel con una expresión de fastidio.

—Antes de que empiecen los chillidos ensordecedores, hay algun...

Inicia sesión y continúa leyendo