Capítulo noventa y nueve

Matteo logró confundirla con su respuesta. Ella frunció el ceño y apretó los labios mientras intentaba descifrar su significado. Decidió poner los ojos en blanco en lugar de seguirle el juego.

—Tendré que ir de compras. Estoy segura de que hay un código de vestimenta.

Matteo se despegó de la pared...

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