Son reclamos

La llamada llegó como un cuchillo en la columna vertebral.

—Jefe, eh... tal vez quiera saber... hay alguien en el estudio con ella.

Eso fue todo lo que el guardia de seguridad logró decir antes de que Enzo colgara.

Descuidado. Maldito muerto.

El teléfono crujió bajo la presión de su agarre, el p...

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