Cómete todo tu corazón

Lola

Baba inclinó su barbilla. —¿Y la puerta?

—La tendré arreglada para esta tarde.

Yaga la miró un momento más. Luego, finalmente, se hizo a un lado, dejándolos pasar. —Váyanse —dijo—. Antes de que me emocione y empiece a golpear a la gente.

Su corazón no había dejado de latir fuerte desde ...

Inicia sesión y continúa leyendo