Pero aquí estaba

El disparo no fue un estallido. Fue un sonido plano, perfecto—alguien allá afuera se había tomado su tiempo.

Por un instante, Nico pensó que había fallado—solo un golpe de aire pasando junto a sus costillas. Luego, el calor floreció bajo su camisa, repentino y salvaje, y sus rodillas cedieron. El a...

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