Dejemos que el mundo trate de mantenerse al día

Enzo

Las puertas del ascensor se cerraron con el sonido de su risa, y Enzo finalmente se permitió respirar. Ella lo había asustado muchísimo. Un solo mensaje—911 en el garaje—y su corazón se había caído del pecho. Ahora ella estaba colgada sobre su hombro, quejándose de ser llevada como un saco...

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