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Enzo

—Oh, Dios mío—murmuró Nico, frotándose los ojos.

Enzo cruzó los brazos.

—¿Estoy interrumpiendo algo?

Ambas cabezas se giraron. Nico parecía haber visto la salvación.

¿Lola?

Lola simplemente sonrió—lenta y melosamente.

—Mira quién finalmente llegó a casa.

No movió las piernas.

Nico fulminó ...

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