Saltaré al fuego contigo.

—Si quisiera que me regañaran, iría con mi maldita esposa. No eres mi esposa. ¡Conoce tu lugar!

No debería haber dicho nada. Debería haberme quedado callado. No debería haber venido. Siempre sabía las palabras exactas para herirme. Me golpeaba donde más dolía y vaya que dolía.

Su padre acababa de ...

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