Un amigo del pasado.

Nos quedamos esa noche, y la siguiente también.

Disfrutamos de la compañía del otro de más de una manera. No fuimos a mi condominio ni a la mansión, fuimos al suyo, y nos quedamos allí por días.

Era maravilloso jugar a la casita. Hoy no sería diferente: pediríamos comida, nos besaríamos, revisaría...

Inicia sesión y continúa leyendo