Capítulo 8

No mostró mucha reacción, pero rompió una costosa pluma.

Victoria Foster, al otro lado de la mesa, recibió una salpicadura de tinta en la cara por parte de su hermano y soltó un grito.

—¡Alexander! ¿Qué demonios? —gritó Victoria.

Alexander volvió a la realidad, lanzándole casualmente un pañuelo. ...

Inicia sesión y continúa leyendo