22

Mis ojos recorrieron su traje. La chaqueta no estaba abotonada y pude ver algo plateado asomándose en su cadera. Estaba oscuro afuera, pero el arma seguía siendo muy visible.

—No —dije, intentando pasar junto a él, pero extendió una mano.

—Escucha. Mi nombre es Carlo, amigo de Alessandro. Quiere q...

Inicia sesión y continúa leyendo