Necesito correr

Docil. La palabra cortó como una marca. Me imaginé a Damien atado a una silla, la línea impecable de su mandíbula deshecha, sus manos en carne viva por las cuerdas. La imagen me hizo sentir náuseas. Me obligué a respirar, a sentir cada respiración lenta y medida.

Se rió y dejó un rastro de amenazas...

Inicia sesión y continúa leyendo