Está aquí en el comedor

Pero apenas había dado el primer bocado cuando la paz matutina—si es que se podía llamar así—se desintegró. Y no, no estoy esperando a mi esposo, necesito terminar rápido e irme.

Las puertas dobles se abrieron de golpe y entraron Fiona y Fabio, enfrascados en otra espectacular pelea entre hermanos....

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