Beso público poco profundo y sucio

Finalmente me permití respirar.

Tomé otro bocado de comida—esta vez, con menos culpa.

Damien no volvió a mirarme.

Pero su muslo rozó el mío bajo la mesa.

Sutil.

Deliberado.

Y fue entonces cuando me di cuenta…

Puede que no estuviera comiendo.

Pero estaba devorándolo todo. Todo lo que soy. Com...

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