De vuelta a esta casa

El segundo en que me acomodé en el asiento del pasajero del auto nuevo, el cuero susurró bajo mí—suave, rico, caro. El suave zumbido del motor ronroneó como una promesa, y las puertas se cerraron con un bajo golpe que se sintió como entrar en un mundo diferente.

Su mundo.

Damien se deslizó a mi la...

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