La mente viajera de Damian

Un gemido.

Suave. Involuntario.

Me quedo inmóvil, mis ojos grises se clavan en su rostro, y por primera vez desde que estoy aquí, su concentración vacila. El bolígrafo resbala entre sus dedos, su dibujo tiembla con el movimiento.

Lentamente, me mira, sus mejillas sonrojadas, los labios entreabie...

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