No le gustó lo que dijo

Varias realizaciones me golpean de repente, agudas y desorientadoras.

Mis brazos están estirados por encima de mi cabeza, las muñecas atadas firmemente al cabecero con cuerdas gruesas que ya siento mordiendo mi piel. Mis dedos arañan inútilmente los nudos, tratando de encontrar algún resquicio, algu...

Inicia sesión y continúa leyendo