La sorprendente actualización

Me alejé del caos del patio, con el corazón aún latiendo con fuerza en mi pecho, solo para casi tropezar hacia atrás cuando lo vi.

Fabio.

El hijo mayor. Su rostro estaba tenso, enrojecido de furia, sus ojos ardiendo directamente en los míos como si acabara de escupir en el escudo de la familia.

—...

Inicia sesión y continúa leyendo