18

Me quedé mirando a Kai atónita. Todo tipo de emociones cubrían mi conciencia y mi corazón: sorpresa, ira, confusión... ¿la necesidad de huir? Y mientras pasaba por todos esos sentimientos extraños, Kai tenía una expresión extraña, excesivamente feliz en su rostro. Y allí estaba yo, muriendo lentamen...

Inicia sesión y continúa leyendo