Parte treinta y tres

—¿Ya terminaste con tu berrinche? —le pregunté a Jett mientras me apoyaba en el marco de la puerta de su habitación.

—¿Ya terminaste de ser un cobarde? —me preguntó.

—Sí.

—Entonces yo también he terminado —dijo.

—Lo siento —le dije.

—Lo sé, yo también lo siento —dijo.

—¿De verdad? —le pregunté...

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