Parte cuarenta y cuatro

—¿Griffin?—la voz de Sierra me despertó y me senté derecho en mi cama.

Ella estaba de pie en la puerta con la manta envuelta firmemente alrededor de ella. Su aliento salía en grandes nubes blancas y podía sentir el frío en el aire. La casa estaba completamente a oscuras, me levanté y caminé hacia e...

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