Parte cuarenta y ocho

Abrí la puerta del dormitorio justo cuando Sierra salía del vestidor. Me miró de arriba abajo y yo miré mis jeans y botas antes de sentarme en la cama.

—¿A dónde vas? —le pregunté.

—Griffin —dijo, entrecerrando los ojos.

—¡Estoy bromeando! Dame diez minutos —le dije mientras me dirigía al baño y ...

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