Capítulo 100

LEO.

Nuestras manos estaban por todas partes, y la forma en que se sentía su toque... maldita sea, lo extrañaba. Todo mi cuerpo reaccionaba a ella como el fuego al aceite, explotando de puro placer.

Gemí mientras hundía mi lengua en su boca, saboreando cada maldito centímetro. Ella era una adicción,...

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