Capítulo 234

—No tengo realmente una comida favorita...— respondo. Veo la decepción en sus ojos, y sé que es porque piensa que no quiero compartir, y miro hacia abajo a la papa que he recogido. —Pero me encantan las granadas y las cerezas.

Él levanta la mirada y veo esa pequeña sonrisa sexy cruzar su rostro, lo...

Inicia sesión y continúa leyendo