Capítulo 34

AZURA.

Mierda.

No.

¿Se lo digo a Leo?

Intentaba calmar mi corazón acelerado, ¿qué hago?

Lo primero que se me ocurrió fue pedirle que se detuviera en la estación de servicio y alejarme de él, pero tenía que pensar en mi bebé.

Hacer eso no solo me pondría en riesgo a mí, sino también al bebé.

—¿De qui...

Inicia sesión y continúa leyendo