Capítulo 9

Me puse de pie y abrí la puerta, solo para que papá me envolviera en su cálido abrazo. Mi corazón se encogió, sintiéndome culpable por haberle preocupado. Lo miré, papá puede tener sesenta años, pero parecía estar en sus cuarenta y tantos. Genes de hombre lobo en su máxima expresión, y además de eso...

Inicia sesión y continúa leyendo