310

Ella

Sinclair levanta su rostro hacia el mío, con alivio en cada línea de su cara. —Está bien —dice, su cuerpo temblando con la adrenalina no utilizada—, él está... está aquí... todavía está dormido...

Un sollozo se escapa de mi garganta mientras cierro los ojos y me dejo caer al suelo, aún aferra...

Inicia sesión y continúa leyendo