Capítulo adicional 8

—¡Por favor, Cedar! —gimo. Eso es todo lo que puedo decir mientras muevo mis caderas y siento su duro miembro debajo de mí.

Me reposiciona para sentarme de lado en su regazo. Mi vestido de tirantes se ha subido un poco. Mis pies cuelgan en el aire.

—Abre las piernas, cariño.

Obedezco sin vergüen...

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