Capítulo 30

Entro en mi apartamento, y Az me sigue. Lo primero que me golpea es el fuerte olor a madera vieja que emana de los muebles rotos. Mi corazón late con fuerza, un golpeteo sordo en mi pecho que se hace más fuerte con cada paso vacilante. La puerta cruje detrás de nosotros, abriéndose más como si se bu...

Inicia sesión y continúa leyendo