Capítulo 49

Por un instante, el mundo se reduce a este pequeño espacio entre nosotros. El calor de su aliento toca mis labios, el tenue aroma a vino llena mis sentidos. Estoy congelada, hechizada, tal como él lo planeó. Aun así, cada nervio de mi cuerpo está en alerta, cada célula gritando para que lo acerque m...

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