Capítulo 70

—Oh, Dios. No está pidiéndolo.

—Ajá.

—No.

Si pienso que es tan malo tener que rogarle por mi liberación, ¿por qué me mojé aún más con sus palabras sucias?

Antes de que pueda decir que nunca rogaré por ello, Ethan separa mis labios vaginales y da una larga lamida a mi coño.

—¡Ohhhh! Por favor, Ethan ...

Inicia sesión y continúa leyendo