Capítulo 6

Mi corazón se congeló en mi pecho. Dejó de latir.

Los ojos de Chelsea se clavaron en los míos. Sus ojos estaban llenos de un brillo tan siniestro, como si disfrutara de mi reacción. De mi sufrimiento.

Mis oídos laten con el sonido de mi propia sangre corriendo mientras los bordes de mi visión se o...

Inicia sesión y continúa leyendo