Capítulo 15.

El día comenzó bien. El cielo tiene un tono azul magnífico.

Conduzco hacia el estacionamiento del campus con un movimiento ágil y, al salir, un grupo de chicas riendo pasa junto a mí. Por supuesto, no puedo resistir la tentación de guiñarles un ojo, lo que las hace reír más coquetamente mientras al...

Inicia sesión y continúa leyendo