Capítulo 21

Al llegar finalmente a casa, un suspiro de alivio se escapa de mis labios.

Estoy cansada, confundida y mentalmente agotada. Entro a la casa como una tormenta, la adrenalina de la persecución aún bombeando por mis venas. Paso junto a la criada que intenta hablar conmigo.

—Hola, señora—

—No ahora, ...

Inicia sesión y continúa leyendo